«Historia de una gaviota« es el título de una película infantil que trata de una gaviota que se contamina con petróleo vertido de un barco.
Lo que os voy a contar, por suerte, no es este caso.
Hace unos días, nuestra vecina peluquera nos vino a avisar de que había una gaviota en el patio del edificio, llevaba la pobre todo el día intentando salir y no podía.
Nos preguntó si teníamos acceso al patio para poder aydarla.
Nuestros héroes de la oficina Ángel y Mónica la puedieron sacar, aunque constó lo suyo.
La pobre estaba asustada, recorrió toda la oficina como si fuese una cotilla, al sacarla a la calle se coló en el escaparate y cuál fué nuestra sorpresa, que cantidad de personas que pasaban en ese momento, se pararon a verla e incluso a hacerla fotos.
Es curioso que en una ciudad con mar como la nuestra, que estamos acostumbrados a ver gaviotas, nos sorprenda y fascine verla fuera de su entorno, es tan llamativa y grande… cuando abrió sus alas me impresionó.
Aunque puede que los que hicieran fotos fuesen turistas, que les llamó la atención ver una gaviota tan cerca.
¿Que hace una gaviota en el escaparate? se preguntaría las personas que allí se pararon para verla; sencillamente…se coló.
Esta fué, claro está, la anécdota del día.
Si te ha pasado alguna anécdota con una gaviota, cuéntala en nuestro comentario.