Una de las cosas que he aprendido últimamente es lo peligroso que es caer en la resignación de que las cosas no van como tu desearías por culpa de las circunstancias que te están tocando vivir. Este enfoque te anula por completo tu capacidad de dirigir tu negocio poniéndolo en manos de causas externas no controlables. Una vez que entendí esto, analicé mi trabajo y me dí cuenta de que podía mejorar cambiando la forma de gestionar mi tiempo centrándome en los resultados. A continuación, os expongo una manera de mejorar vuestros resultados a corto plazo.
Si te funciona tu método , si satisface tus expectativas, continúa haciendo lo mismo, en caso contrario, si no obtienes los resultados esperados, entonces cámbialo porque es estúpido pensar que haciendo las mismas cosas el resultado será otro . Así, hasta dar con tu método, debes seguir trabajando hacia el objetivo que te hayas marcado, pensando siempre en los resultados. Cuando perdemos de vista esto nuestro trabajo deja de ser un negocio y pasa a ser una obligación diaria del trabajar por trabajar.
Para poner en práctica tu método, una vez definido tu objetivo, debes organizar tu tiempo, debes asignar un horario a tus tareas de modo que lo puedas respetar. Después pasa a la acción y desarrolla tu trabajo conforme a ese plan de tiempos sin perder de vista el resultado. Verás como funciona, además de mejorar tu efectividad, es súper gratificante sentir que tienes el control.